Wednesday, February 11, 2009

MAN interview


Inquieta, provocadora y con una belleza de ángel caído, la prematura estrella que saltó de los platós a los titulares de la prensa internacional por su relación con Marilyn Manson se consagra como actriz junto al resucitado Mickey Rourke en The Wrestler. Woody Allen ya la tiene ‘enlatada’ en su próxima comedia.

Dice que sus compañeros de colegio la pegaron cuando descubrieron su carné del sindicato de actores y que los profesores consideraban a los actores gente caprichosa y engreída, desde entonces Wood huyó de esa imagen. "Odio convertirme en la típica actriz famosa, siempre a la última moda, presente en todos los saraos y comportándose como un robot programado para ser el foco de atención". Esas eran sus palabras hace cinco años, cuando sorprendió al mundo con su escalofriante interpretación de una adolescente metida en una espiral de sexo, drogas y autodestrucción, en Thirteen, la película que le trajo la fama y la nominación al Globo de Oro. Hoy Evan Rachel Wood (Raleigh, Carolina del Norte, 1987) sigue luchando contra el encasillamiento, evitando caer en el tópico de joven estrella, pasto de paparazzi y fashion victim. Ella es especial, nos lo demuestra en nuestro encuentro en un hotel de Beverly Hills, donde ha venido para hablarnos de su último trabajo, The Wrestler, ganadora del León de Oro en el último Festival de Venecia. La dirige el singular Darren Aronofsky (Pi, Réquiem por un sueño) y la protagoniza Mickey Rourke en el que probablemente sea uno de los mejores papeles de su carrera. Evan Rachel Wood pone rostro y cuerpo a la hija del luchador. A primera vista, se diría que Evan es una réplica de Dita Von Teese, aunque más alta y menos exuberante que la reina del burlesque. Acaba de anunciarse su ruptura con Marilyn Manson y, sorprendentemente, ha cambiado sus dulces facciones de beach girl, rubia de ojos azules, por un look más gótico y agresivo: piel blanca como la cera y labios perfectamente delineados en rojo carmesí, resultado de su paso por la mansión Manson, al que sirvió de amante y de inspiración en su último disco, Eat Me, Drink Me. La actriz no da señales de haber pasado un mal trago por el fin de la relación. Es simpática, más de lo habitual y dispuesta a hablar de todo.- ¿Ha tenido algo que ver tu relación con Marilyn Manson en este repentino cambio de imagen?
La razón por la que empecé a salir con él es porque compartíamos los mismos gustos. No es que él me dijera cómo vestirme o me abriera los ojos a otras estéticas, pero el hecho de que a él le gustara me aportó mucha confianza en mí misma. Estar a su lado te permite ser un poco más atrevida en tu look y eso es divertido.

- ¿Compartías con él sus gustos musicales?

La música siempre ha sido una de mis pasiones, quizá mi primer amor, antes que la actuación, de hecho empecé haciendo musicales en el teatro, así que llevo cantando el mismo tiempo que actuando. No hay nada que me emocione más que la música y eso es lo que me unió a él.

- ¿Te animó a seguir una carrera musical?
Marilyn siempre ha creído en mi talento musical, y siempre ha tratado de alimentarlo y de animarme a componer, cosa que he hecho y sigo haciendo. Necesito expresar mi creatividad de una forma u otra. De momento lo hago sólo para mí, para divertirme, pero nunca se sabe.

- En tu profesión también has mostrado un especial gusto por los personajes complejos, atormentados y un tanto excéntricos. ¿Por qué?
Porque son los más interesantes de interpretar. Una de las cosas que tienen en común los personajes que he interpretado es que tienen que asumir el papel de adulto cuando todavía son menores de edad. No me acuerdo de la última vez que hice una película en la que mi personaje tenía a ambos padres a su lado. Siempre falta alguno. La vida de una adolescente no siempre gira en torno a ir de compras, tener el último aparato que sale al mercado, ir de fiesta en fiesta o en ver quien tiene más éxito con los chicos. Al contrario, es una de las peores y más complicadas etapas y la que te marca como adulto.

- ¿Te preocupa el efecto que películas duras como Thirteen o Más allá del odio puedan tener en los adolescentes?

Sí, claro, por eso las he hecho. No son películas que glorifican el sexo y las drogas en el mundo de los jóvenes, al contrario, muestran las consecuencias de ciertos comportamientos. No creo que ignorar u ocultar esos temas por miedo a que alimenten la curiosidad o inciten a los adolescentes a tomar drogas o mantener relaciones sexuales prematuras o automutilarse sea positivo, al contrario, hay que hablar de ellos porque son problemas que existen en la realidad. Lo que importa es que los jóvenes lo vean y lo discutan con los adultos y de esa forma puedan tener una opinión formada.


- ¿Qué te han aportado estas películas?
La posibilidad de trabajar con actores y directores extraordinarios. No me imagino cómo hubiera sido mi vida si no hubiera podido hacerlas, haber viajado a sitios tan fabulosos y conocido personas tan interesantes, me siento como si hubiera vivido 50 vidas y sólo tengo 21 años.


- Siempre has dado la impresión de ser muy madura para tu edad...
Tengo mucho que agradecerles a mis padres por abrirme los ojos a muchas cosas, sobre
todo en lo relacionado al arte. Pero parte de esa madurez, prematura, (risas) se debe a que llevo actuando desde los cinco años, rodeada siempre de adultos, y trabajando profesionalmente desde los doce. Eso conlleva ciertas responsabilidades que otros niños no tienen. Cada película que he hecho me ha supuesto un nuevo desafío y una oportunidad para aprender y crecer como persona.

- ¿Te dejas aconsejar por tus padres en tus decisiones profesionales?

Mis padres siempre han estado apartados de mi carrera. Naturalmente desean lo mejor para mí y se aseguran de que vaya por el camino correcto, cuando se trata de elegir proyectos, pero las decisiones la tomo yo. Eso no quita para que alguna vez les pida consejo, no tanto en lo relacionado con el trabajo sino más en cómo manejar ciertos temas que me pueden afectar personalmente.

- ¿Qué ha supuesto para ti trabajar en The Wrestler?
Una enorme suerte, primero al poder ser dirigida por Darren Aronofsky, a quien sigo desde que vi Réquiem por un sueño. Esa película me impactó y desde entonces supe que tenía que poner mucho de mi parte, para algún día poder trabajar con él. Luego, cuando me llamó para hablarme de esta película, lo primero que me dijo fue: "¿Qué piensas de Mickey Rourke?". Yo le dije: "Me parece un extraordinario actor y es una pena que no le veamos trabajar más a menudo". Entonces fue cuando me dijo que iba a ser mi padre en la película.

- ¿Qué tal te fue con Mickey Rourke?
Fue una experiencia muy interesante, confieso que estaba un poco nerviosa al principio. La primera palabra que le dije fue delante de la cámara en nuestro primer día de rodaje. Al principio mantuvimos cierta distancia entre toma y toma, nunca hablamos. Es la primera vez que me ocurre eso con un actor, porque siempre me gusta conocer al actor con el que estoy trabajando, pero en este caso me ayudó mucho esa distancia entre nosotros, porque mi personaje le guarda rencor porque la abandonó cuando era pequeña. Nuestras escenas son, emocionalmente, muy intensas, me paso la mayor parte de ellas cabreada con él, gritándole y tirándole cosas a la cabeza, y eso para Mickey es como decirle que le quieres (risas). Él nunca había interpretado a un padre de una chica joven y para él resultó una relación nueva y extraña. A mí esta película me ha servido como diez años de terapia (risas), porque he vuelto a conectar con mi padre, al que no veía desde hace años.


- Se ha dicho que entre vosotros surgió algo más que camaradería durante el rodaje y has tenido que salir a desmentirlo…
Sí, porque era totalmente falso. Mickey y yo nos tenemos un gran aprecio y un enorme respeto como compañeros actores. Hemos hecho la promoción de la película juntos y eso nos ha llevado a viajar juntos a varios lugares, festivales de cine donde se ha presentado el film. La gente enseguida empezó a elucubrar.** ¿Qué tal llevas estas cosas que acarrea la fama?* La fama me resulta extraña y espeluznante. Supone demasiada presión en tu vida. Yo lo que quiero es expresar mi creatividad y hacer cosas que me resulten reales, algo que quede grabado en la mente de las personas más de cinco minutos, algo que pueda ser recordado en el futuro.

- Volviendo a tu padre, ¿qué os mantuvo separados tanto tiempo?
El divorcio de mis padres fue bastante desagradable y complicado. Cuando mi madre y mis hermanos nos vinimos a vivir a Los Angeles nunca pensamos que iba a ser para siempre, por eso no llegué ni a despedirme de él, yo era muy pequeña y mis padres no se hablaban. La familia me contó cosas que luego resultaron no ser verdad y ahora que soy mayor veo las cosas con otra perspectiva, por eso decidí conectar con él. Ahora me siento mucho más abierta a hablar con él y feliz de tener a un padre y a un amigo.


- ¿Cómo te sientes habiendo cumplido la mayoría de edad?
Con la mayoría de edad, llegan las obligaciones y las responsabilidades, pero todo eso hace que la vida sea más excitante. El poder votar, por ejemplo, ha sido un gran momento muy esperado. No me gusta hablar de política, pero este año ha sido muy especial y es imposible no sentirte motivado, inspirado y apasionado por lo que está ocurriendo en mi país y en todo el mundo. Si no hubiera ganado Obama no sé lo que hubiera hecho con mi vida. Ahora siento que llega el amanecer de una nueva era.

- Una nueva era que para ti comienza con una película de Woody Allen, la comedia Whatever Works, que se estrenará durante este 2009. ¿Serás su nueva musa tomando el relevo de Scarlett Johansson?
Me encantaría, pero me conformo con haber podido trabajar con él una vez. Un buen día me llamaron por teléfono para decirme que Woody Allen quería conocerme. Supuse que había visto alguna de mis películas y quería saber si me interesaría trabajar con él. "Bueno, déjeme que me lo piense" respondí (risas), no, es broma. ¡Quién le va a decir que no a Woody Allen! Eso sí, me advirtieron de que es un tipo muy reservado que jamás te cuenta de qué va la película y que sólo iba a recibir las páginas del guión en las que aparece mi personaje. A la semana tenía el guión entero en casa. No podía creérmelo. Tengo un papel enorme y nada que ver con lo que he hecho en el pasado. Es una comedia, en la que interpreto a una chica de Mississippi más simple que el asa de un cubo, pero con un corazón de oro. Patricia Clarkson interpreta a mi madre. No podía estar en mejor compañía.

- Creo que pronto también trabajarás con Jodie Foster...
Sí, me va a dirigir en su nueva película, Flora Plum. Rodaremos al final del próximo verano, cuando se haya pasado la época de los huracanes, porque se hará en el sur de Estados Unidos. Estoy muy ilusionada porque va a ser un papel muy diferente de lo que he hecho hasta ahora. Es un gran cambio en mi carrera, porque interpretaré a una mujer madura... se acabaron las adolescentes problemáticas. Además, voy a trabajar con un gran elenco de actores, aunque todavía no puedo dar nombres.

¿En qué vas a ocupar tu tiempo hasta entonces?

En escribir, componer música, pasar el rato con mis amigos y mi familia, ver cine, o simplemente en no hacer nada. No he parado de trabajar durante dos años, así que ahora me toca tomarme un respiro.

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